Por Erin Richards
Marzo 13, 2019 (USA TODAY) – Para un sub conjunto del público estadounidense, la carrera anual para ingresar a las universidades de primer nivel está caracterizada por adolescentes ansiosos, enorme papeleo y ocasionalmente el padre rico que hace una gran donación a una oficina de promoción universitaria para influir en una decisión de admisión.
Pero la complejidad del escandalo de admisiones, hasta ahora el mas grande, presentado en una acusación federal y fortalecido por la declaración de culpabilidad de un consultor deshonesto en la corte el martes, llevo todo a un nivel mas alto, revelando entrenadores sobornados, registros atléticos falsificados e impostores para tomar exámenes.
Varios expertos no se sorprendieron. Dicen que el escandalo es el siguiente paso natural en un mundo donde la admisión universitaria hace mucho tiempo ha favorecido a los ricos a expensas de los pobres.
Así fue como el sistema se volvió mañoso:
Las universidades lo quieren todo
“El sistema es vulnerable porque para empezar el sistema es corrupto,” dice Kevin Carey, vicepresidente de la política educativa para la New América, un grupo de expertos con inclinación a la izquierda en Washington, D.C.
“Las universidades lo quieren todo,” dice el. “Quieren estudiantes muy inteligentes y también a los hijos de famosas celebridades y adicionalmente dinero en sus instituciones y también buenos equipos (de remo) y no se puede tener todo esto a menos que se corrompa el principio subyacente de aceptar estudiantes basados en el merito.”
El nuevo punto débil parece ser con los entrenadores de atletismo, quienes aceptaron sobornos para recomendar estudiantes descalificados para posiciones en equipos de deportes que no son de elite.
Pero Carey desafía todo esto diciendo que tan diferente es este escandalo comparado con algunos padres comprando un edificio de la universidad para que a sus hijos se les de una segunda mirada, una jugada que se ha vuelto tan común que no alcanza a ser registrada como injusta con la mayoría del publico estadounidense.
Los padres están desesperados
Las universidades se han convertido en tal símbolo de estatus que incluso supuestamente las celebridades están dispuestas a romper las reglas con tal de conseguir que sus hijos tengan un puesto en las universidades elite, de acuerdo con una queja federal.
“No creo que debamos estar súper sorprendidos,” dice Bari Norman, co- fundadora y directora de consejería en Expert Admissions, una firma basada en Manhattan, la cual ayuda a los adolescentes alrededor del mundo a prepararse para los exámenes y solicitudes universitarias que determinaran los cuatro siguientes años de sus vidas.
“Esto habla de la desesperación de los padres y simplemente que tan alta esta la vara hoy en día en admisión universitaria,” adiciona Norman. “Y desafortunadamente, esto habla de la cantidad de mensajes que le estamos enviando a los jóvenes, lo cual es lo mas preocupante en toda esta historia.”
Caen las cifras de aceptación en las universidades de elite
Cada vez mas estudiantes solicitan admisión a la universidad, pero las universidades Ivy League están aceptando a una cuota de estudiantes mas pequeña que nunca. La Universidad de Harvard y la Universidad de Stanford, por ejemplo, solo admitieron cerca del 5% de sus solicitantes, de acuerdo con una lista reciente de las 100 universidades nacionales con las menores cifras de aceptación, hecha por U.S. News.
A medida que las tasas de admisión se han desplomado, el estrés puesto en entrar a ellas ha aumentado, dijo Norman.
El proceso de admisión no esta regulado adecuadamente
“La mujer que corta mi cabello esta bajo bastante mas regulación que mis colegas,” dice Arun Ponnusamy, jefe oficial académico de Collegewise, una firma de consultoría universitaria basada en Irvine, Calif.
Ponnusamy dice que la industria de consultoría universitaria tiene algunas asociaciones profesionales que se destacan por sus códigos éticos, pero no hay nada que se pueda hacer para impedir que alguien actúe individualmente.
En cuanto a la supervisión de las universidades, Ponnusamy dijo que algunas admisiones universitarias y las oficinas de atletismo están estrechamente coordinadas. Pero otras universidades no dedican el tiempo o los recursos a revisar los hechos de los records atléticos de cada estudiante recomendado para admisión por un entrenador.
Los jóvenes ricos tienen ventaja a expensas de los pobres
Mas estudiantes hoy están solicitando admisión a la universidad, pero solo el 9% de estudiantes de bajos recursos completaron sus títulos universitarios dentro de seis años, comparado al 73% estudiantes de altos recursos, dice Eric Waldo, el director ejecutivo de Reach Higher, un esfuerzo diseñado a incrementar las oportunidades universitarias para todos los estudiantes.
Por siglos, históricamente las universidades de la Ivy League admitían solo a los hombres blancos y ricos. Mientras que las admisiones se han ampliado para incluir a los estudiantes con habilidades excepcionales sin importar su raza e ingreso, esos estudiantes se sientes con frecuencia fuera de lugar en las universidades que siguen siendo dominadas por los estudiantes ricos.
“Existen muchos estudiantes de color en estos campus quienes están forzados a andar pensado, ‘Yo no pertenezco aquí,’ y ahora esta claro que hay jóvenes blancos privilegiados quienes definitivamente no pertenecen aquí,” dice Ponnusamy, de Collegewise.
Carey, de New América, dice que para las universidades de elite la idea de completa meritocracia es algo nuevo.
“Ahora creo que ese hecho se pone como alivio absoluto,” dice.
Las escuelas definieron estrechamente el éxito. Los padres respondieron.
Todd Rose, profesor de la Escuela de Posgrado en Educación de la Universidad de Harvard, dijo que el escándalo es una consecuencia de lo que el sistema educativo estadounidense ha definido estrechamente como éxito para los estudiantes: altas calificaciones, altas puntajes en las pruebas estandarizadas, ser un líder de equipo y haber entrado en la mejor universidad.
«Lo que me molesta es que no importa cuán talentoso sea tu hijo y lo que tengan para contribuir a la sociedad, es qué tan bien puedes jugar este juego y qué tan bien te va en esta prueba, que ya está en curva de alerta para que el 50 por ciento de las personas tengan que fallar «.
Rose dijo que está trabajando en una encuesta que muestra que la mayoría de los estadounidenses en realidad desean una imagen de éxito más matizada.
Otros jugaron el juego, dijo, e hicieron trampa para salir adelante.
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